El primer Vigía de 2017 hace un rápido balance de 2016 un tiempo que considera “lleno de contrastes, y que ha sido tan particular que hasta ha durado un segundo más que el año anterior”.
En el platillo de la balanza de las cosas positivas, Fermín Crespo, nuestro particular Vigía, pone el empleo, “que ha tenido un buen comportamiento gracias al empuje de los servicios y la construcción, sobre todo en la construcción de viviendas, seguido por la industria y por la agricultura. El número de autónomos ha crecido un 2,2% en la provincia. La estructura empresarial se ha fortalecido con más de 4.300 nuevas compañías en los primeros once meses del año”. Añade que “el turismo vive un periodo dorado. Las pernoctaciones en la Costa Blanca han crecido un 6%, se han alcanzado cifras récord de visitas, de pasajeros en el aeropuerto y crece el gasto medio por visitante”. También destaca que la EUIPO, antes denominada OAMI, se consolida como motor económico de la provincia, puesto que sostiene 3.000 empleos y mueve 400 millones de euros; y que la conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio ha iniciado la elaboración y tramitación del Plan de Acción Territorial de Alicante y de Elche, para paliar la falta de coordinación y de infraestructuras que conecten y permeabilicen un territorio cada vez más desprotegido.
Mientras que en el platillo de la balanza de las cuestiones negativas sitúa opina que, “aunque en 2016 el paro ha bajado en más de 14.000 personas, las más de 170.000 que todavía buscan un empleo en la provincia justifican que sea el asunto que más nos preocupa, según el último barómetro del CIS. Los salarios se quedaron en Alicante en 2016 por debajo de la subida de precios. El déficit inversor de las Administraciones Autonómicas y nacionales, perjudica nuestra posición competitiva, a pesar de nuestra aportación al PIB. Las exportaciones cifran caídas del 14%, con batacazos destacados del calzado, en el que la bajada supera el 35%, y del sector agrícola, que soporta una permanente carencia de recursos hídricos y ha perdido el 11% de la producción. 2016 nos deja también el Brexit, que ya ha comenzado a tener un impacto negativo sobre los sectores relevantes de nuestra economía”.
Para El Vigía la conclusión de este somero análisis es que la recuperación económica en nuestra provincia es menos intensa que en el conjunto de España y nos distancia cada vez más de los territorios que lideran la economía nacional.
El tren Alicante-Murcia, un ejemplo de dejadez
El Vigía comenta que, aprovechando el descanso, hice el recorrido en tren Alicante-Murcia por el placer de contemplar el paisaje. Pude comprobar las pésimas condiciones en las que viajan las más de 10.000 personas que cada día utilizan esta línea y que aportan unos ingresos de 7,3 millones de euros a Renfe. Señala que “es una vergüenza la falta de inversión en este trayecto, el noveno más utilizado de España, a pesar de que todavía tiene vía única y está sin electrificar. Los estoicos usuarios se levantan cada día con la incertidumbre de saber si habrá servicio, puesto que los trenes, que tienen 40 años, se rompen y no los sustituyen. Además, se ven obligados a viajar hacinados en vagones incómodos, con goteras, sin vigilancia y en los que hace más frío que en la calle. Concluye su intervención con una pregunta: “Y esto ¿a qué responsables políticos les preocupa?La respuesta es sencilla: a ninguno”.